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Cambio climático: efectos y lo que necesitamos saber para poder combatirlo

El cambio climático está sucediendo y la liberación de gases contaminantes por la quema de combustibles fósiles es la causa principal, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) fue creado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para proporcionar, de manera objetiva, información científica sobre el cambio climático. En 2013, se elaboró un informe sobre el papel de las actividades humanas en el cambio climático en donde se concluyó que: las actividades humanas, principalmente la liberación de gases contaminantes por la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), es la causa principal.

Según el IPCC las bases científicas del cambio climático establecieron que las causas principales, además de las actividades humanas, tienen que ver con la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Esta situación está directamente relacionada con la temperatura global promedio en la Tierra: el dióxido de carbono (CO2), que representa alrededor de dos tercios de los gases de efecto invernadero (producto de la quema de combustibles fósiles); el metano, que es componente principal del gas natural y responsable de más de 25% del calentamiento que estamos experimentando hoy. En ese sentido, se explicó que es un contaminante poderoso con un potencial de calentamiento global 80 veces mayor que el CO2 en los 20 años posteriores a su liberación a la atmósfera.

En cuanto a los efectos del cambio climático

Se pueden percibir en mayor frecuencia y magnitud de los eventos climáticos extremos, como las olas de calor, las sequías, las inundaciones, las tormentas invernales, los huracanes y los incendios forestales. Eventos que se están produciendo en todo el mundo. En ese sentido, según la OMM, la temperatura media mundial en 2019 fue 1,1 grados centígrados por encima del período preindustrial.

Además, la PNUMA explicó que el 30% de la población mundial está expuesta a olas de calor mortales más de 20 días al año. En esa línea, la Organización Meteorológica Mundial expuso que las temperaturas medias de los últimos cinco y diez años (2015-2019 y 2010-2019) fueron las más altas registradas, y 2019 fue el segundo año más caluroso registrado. Ese mismo año, 2019, se estableció que las emisiones totales de gases de efecto invernadero, incluido el cambio de uso de la tierra, rompieron récord al alcanzar 59,1 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente a GtCO2e. En ese sentido -y dados los insuficientes compromisos globales para reducir las emisiones contaminantes del clima-, un repunte de los gases de efecto invernadero relacionado con el regreso a sociedades con altas emisiones de carbono después de la pandemia podría hacer que las emisiones aumenten aún más para 2030, hasta alcanzar las 60 GtCO2e.

Cómo debemos actuar para limitar el calentamiento global y la emergencia climática

En ese sentido -y según el reporte de Emisiones de Gases del 2019-, se explicó que, para evitar un calentamiento superior a 1,5 ° C, debemos reducir las emisiones 7,6% cada año, desde ahora hasta 2030. Entonces, “si los países hubieran actuado sobre estas bases científicas, los gobiernos habrían necesitado reducir las emisiones 3.3% cada año. Cada año que no actuamos, aumenta el nivel de dificultad y el costo de reducir las emisiones”.

Por otra parte, también, serán necesarias reducciones profundas del metano para ayudar a limitar el calentamiento global a 1,5°C o 2°C, según el IPCC. En ese sentido, se explicó que más de 75% de las emisiones de metano podrían mitigarse con la tecnología que existe en la actualidad y, hasta 40% sin costo neto, según la Agencia Internacional de Energía.

La conserva y restauración de espacios naturales, tanto terrestres como acuáticos, son fundamentales para limitar las emisiones de carbono, ya que esto proporciona un tercio del esfuerzo de mitigación necesario en la próxima década. Según la PNUMA, más de la mitad del PIB mundial tiene una dependencia alta o moderadamente alta de la naturaleza, por lo que invertir en soluciones basadas en la naturaleza no solo limitará el calentamiento global, sino que también generará alrededor de 4 billones de dólares en ingresos para las empresas y más de 100 millones de nuevos empleos cada año de aquí a 2030.

Por último, se debe destacar que las naciones firmaron en el Acuerdo de París en el 2015, un compromiso para limitar el aumento de la temperatura global a no más de 2°C por encima de los niveles preindustriales. Además, ofrecieron compromisos nacionales para reducir o frenar sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. En se sentido, los compromisos iniciales de 2015 fueron insuficientes para cumplir la meta por lo que el Acuerdo de París fuera actualizado y revisado en la conferencia sobre cambio climático, COP 26 en Glasgow, Reino Unido, en noviembre de 2021. El éxito o fracaso de esta conferencia tendrá importantes consecuencias para el mundo. Si los países no pueden ponerse de acuerdo sobre compromisos suficientes, en otros 5 años, la reducción anual de emisiones necesaria saltará a un casi imposible 15,5%.

Los compromisos deben servir para que los países y las economías se encaminen hacia la descarbonización, estableciendo objetivos de cero emisiones netas de carbono y cronogramas sobre cómo alcanzar ese objetivo, mediante una rápida aceleración de la energía procedente de fuentes renovables y una rápida desaceleración de la dependencia de los combustibles fósiles.

 

Fuente: ONU

 

 

 

 

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