La rehabilitación se define como «un conjunto de intervenciones encaminadas a optimizar el funcionamiento y reducir la discapacidad en personas con afecciones de salud en la interacción con su entorno».
En pocas palabras, la rehabilitación ayuda a los niños, los adultos o las personas mayores a ser tan independientes como sea posible en su día a día y les permite participar en actividades educativas, laborales, recreativas o llevar a cabo las tareas que dan sentido a su vida, teniendo como premisa principal la CALIDAD DE VIDA DEL USUARIO.
Para ello, se trabaja con la persona y su familia con el fin de tratar las afecciones subyacentes y sus síntomas; modificar su entorno y adaptarlo mejor a sus necesidades; utilizar productos de apoyo; educar para fortalecer la autonomía y autodeterminación; y adaptar tareas de modo que se puedan realizar con mayor seguridad e independencia. En síntesis, trabajar en base a sus necesidades de apoyo.
Para llevar a cabo todas estas acciones desde nuestros servicios de rehabilitación necesitamos hablar y tomar en cuenta algunos aspectos que atañen a la calidad de atención y esto tiene que ver con políticas importantes para tener en cuenta, como es la SEGURIDAD DEL PACIENTE.

¿Qué implica la seguridad del usuario en los procesos de rehabilitación?

Muchas veces escuchamos hablar de seguridad para referirnos directamente a incidentes de caídas dentro de las instituciones efectoras de prestaciones de rehabilitación. Pero la verdad es que va más allá de una caída o un golpe que se podría haber evitado, sino también de la comisión de errores en la atención administrativa, como cargas equivocadas dentro de las historias clínicas, errores en la gestión de turnos, errores en la atención asistencial, por ejemplo, equivocaciones en la administración de medicamentos o del tratamiento, pudiendo ocasionar eventos adversos en los pacientes.

La seguridad es un principio fundamental en la atención del usuario y muchas veces un componente crítico en la gestión de calidad de atención, mejorarla requiere de grandes acciones, cambios de paradigmas y la incorporación de la cultura de seguridad en los equipos de salud.

Por ello es necesario desarrollar acciones destinadas a la mejora continua en la prevención de incidentes y eventos adversos, disminuyendo sus riesgos, mejorando la calidad en la rehabilitación y calidad de vida.

La importancia de trabajar con todo el equipo terapéutico y promover el rol activo de cada profesional de las diferentes disciplinas es una estrategia asertiva.

Desde APPACE estamos trabajando fuertemente en esta política, potenciando la intervención interdisciplinaria en los programas de seguridad, y favoreciendo el compromiso de las familias y los usuarios que asisten a nuestros servicios.

Para más información ingresar a www.appace.org o comunicarse vía mail a comunicacion@appace.org  o al 388-4133477