Según la Bolsa de Comercio de Rosario, este año Argentina perderá cerca de 19.000 millones de dólares, unos 3 puntos del PBI. Además, algunas consultoras, explicaron que esa caída podría ser todavía mayor (5%) debido a los parates que se darían en muchas industrias que necesitan de insumos importados para producir por falta de dólares, lo que genera complicaciones en las importaciones.

Según Juanma Telechea, magíster en Desarrollo Económico en la Universidad Nacional de San Martín, expresó que: “Para tener una dimensión del impacto que va a provocar la sequía, pensemos que todo el gasto que realiza el gobierno en términos de la Asignación Universal por Hije (AUH) y los distintos programas sociales asciende al 1,8% del PBI”. Es decir, estamos muy cerca de perder dos veces la AUH y otros”. Es decir que estamos próximos a perder varios programas sociales.

En marzo de este año, se presentó la síntesis del nuevo informe del IPCC (el panel internacional de especialistas en cambio climático). Para entender qué significa para el futuro de nuestro país, Azul Schvartzman, licenciada en Ciencias Ambientales, exdirectora de Cambio Climático de la provincia de Buenos Aires y actual coordinadora de operaciones en América Latina y el Caribe para Climate Tracker, al respecto del nuevo informe, dijo: “Más que nunca es muy contundente respecto de la situación crítica en la cual nos encontramos y a la cual vamos si sostenemos la trayectoria de emisiones. Si se cumplen todas las promesas y las políticas climáticas que están sobre la mesa en todos los países, vamos hacia un calentamiento de más de 3 grados”.

Al respecto del IPCC, recomienda que el límite seguro es 1.5°C. Lo que significa que para alcanzarlo todos los sectores económicos tienen que reducir a la mitad sus emisiones para 2030 para lo cual hay que tener en cuenta 3 puntos. Primero: Finanzas, ya que se necesita entre 3 y 6 veces más financiamiento que el actual para afrontar las medidas de mitigación, adaptación y pérdidas y daños que son necesarias. Segundo: Equidad, la cual se debe tratar como un eje central para abordar las soluciones al cambio climático y que hoy quienes más están sufriéndolo son los que menos aportaron a su generación. Tercero: Soluciones disponibles, el informe hace énfasis en las soluciones necesarias y ya disponibles para reducir emisiones, ya que se cuenta con las herramientas necesarias para abordar la problemática existente.

Cuánto influyó el cambio climático sobre estos fenómenos en Argentina

Al respecto de que, si la sequía y la ola de calor eran responsabilidad exclusiva del cambio climático Leandro Díaz, climatólogo, licenciado y doctor en Ciencias de la Atmósfera por la UBA, explicaba que las condiciones climáticas de este verano respondieron a distintos factores que, actuando en conjunto, activaron sinergias para generar estas situaciones más extremas. En ese sentido, dijo que: “En primer lugar, el fenómeno de La Niña, que se dio por tercer año consecutivo (lo cual ya ha sucedido, pero no es lo más frecuente), fue el principal contribuyente a generar condiciones de muy bajas precipitaciones en gran parte del país, provocando una de las sequías más intensas de las últimas décadas”, una situación que se puede ver agravada según los cambios en la cobertura del suelo o en su manejo, lo que pueden generar mayor exposición de los suelos ante el déficit hídrico.

También, el climatólogo agregó que: “Si bien, no es clara la señal del cambio climático para explicar la sequía, sus consecuencias se ven agravadas por el fuerte aumento del calor extremo, que si puede ser atribuido al calentamiento antropogénico (N. de la R.: producido por el hombre)”.

Siguiendo esta misma línea, en nuestro país y en el mundo, existe una tendencia a mayores temperaturas en promedio y, en particular, a que se den eventos de calores intensos, tendencias asociadas principalmente al calentamiento global. En ese sentido, Leandro Días, decía que en un estudio reciente se encontró que la ola de calor de principios de noviembre fue 60 veces más probable (y casi 1.5°C más intenso) de lo que hubiera sucedido en un mundo sin cambio climático.

Si bien estas son las tendencias que explican estos cambios, no es algo que ocurre todos los años y eso tiene que ver también con la variabilidad natural en distintas escalas. Por ejemplo, las anomalías de circulación asociadas al fenómeno de La Niña que contribuyen con olas de calor en nuestro país.

Entonces, debemos pensar en el futuro, ya que estos fenómenos demuestran la urgencia de pensar transformaciones eficientes en Argentina para reducir la vulnerabilidad económica y social frente a estos eventos que van profundizando cada vez más.