En agosto de 2024, la empresa Mingyang Smart Energy completó la instalación de una gigantesca turbina eólica marina de 20 MW en China, lo que representa un avance crucial en la transición hacia energías renovables. Con una altura de 242 metros y aspas de 128 metros, esta turbina puede generar suficiente electricidad para abastecer a 96.000 hogares al año, lo que la convierte en la más grande del mundo. Sin embargo, junto a sus ventajas energéticas, ha comenzado a evidenciar efectos inesperados en el entorno, según ha informado The Diary 24.
La energía eólica, impulsada principalmente por China, ha crecido exponencialmente, alcanzando una capacidad instalada de más de 300 millones de kilovatios en 2021, consolidando al país asiático como líder global en este sector por más de una década. No obstante, el encendido de esta turbina en particular ha suscitado preocupaciones debido a los cambios observados en el microclima local. Aunque las turbinas eólicas siempre han modificado los flujos de aire, el tamaño sin precedentes de esta infraestructura parece intensificar estos efectos, algo que los investigadores están estudiando más de cerca para comprender sus posibles impactos a largo plazo.
Beneficios de la energía eólica
- Sostenibilidad: La energía eólica es una fuente renovable clave que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuye la dependencia de combustibles fósiles. Las grandes turbinas, como la instalada en China, son esenciales para avanzar en la descarbonización global.
- Alto rendimiento energético: Las turbinas más grandes, como la de 20 MW, capturan más viento y pueden generar mayores cantidades de energía con menos unidades, optimizando los costos operativos a largo plazo.
- Promoción de energía limpia: China sigue liderando la transformación global hacia las energías limpias. Su inversión en infraestructuras eólicas, que incluye la instalación de la turbina marina más grande del mundo, refuerza el compromiso del país con la transición energética.
Riesgos potenciales
- Impacto en el microclima: Estudios recientes han demostrado que las turbinas eólicas pueden alterar los patrones climáticos locales, afectando las corrientes de aire y la distribución de la temperatura. Estas alteraciones se ven amplificadas en el caso de estructuras de gran escala, como la de Mingyang.
- Afectación a ecosistemas: Las turbinas de gran tamaño, especialmente en ubicaciones marinas, pueden tener efectos sobre la fauna local, incluidos los patrones migratorios de aves y la vida marina, aunque se diseñan para minimizar estos riesgos.
- Cuestiones logísticas: La instalación de turbinas de gran tamaño implica desafíos de transporte y construcción, especialmente en regiones remotas o con infraestructuras limitadas.
El rol de China en la energía eólica
China ha emergido como un líder en el desarrollo de energía eólica, invirtiendo en proyectos masivos y marcando récords en capacidad instalada. La puesta en marcha de la turbina de 20 MW, diseñada específicamente para resistir condiciones climáticas extremas como tifones, es un reflejo de la estrategia del país para avanzar en la transición energética. Además, esta infraestructura se suma a una serie de proyectos que continúan colocando a China como pionera en la adopción de energías renovables.
La energía eólica ofrece soluciones cruciales para mitigar el cambio climático, pero requiere una planificación meticulosa para abordar sus impactos en el entorno local y los ecosistemas. La instalación de la turbina más grande del mundo en China es un avance tecnológico que demuestra el poder de las energías renovables, pero también destaca la importancia de evaluar los efectos secundarios no deseados para garantizar un desarrollo sostenible.
Fuente: https://www.huffingtonpost.es/