Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología – Las olas de calor de 2022 y 2023 han puesto de manifiesto la aceleración de los efectos del cambio climático, según un estudio reciente liderado por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC). Este trabajo, que involucra a científicos de diversas instituciones, revela que las temperaturas en el Mediterráneo occidental han alcanzado anomalías de +3,6°C y +2,9°C, superando las variaciones climáticas naturales de los últimos mil años.
El estudio, publicado en la revista Nature npj Climate and Atmospheric Sciences, ha combinado datos históricos obtenidos a través de la dendrocronología —el análisis de los anillos de crecimiento de los árboles— con registros de temperatura y precipitaciones desde 1890, además de proyecciones futuras basadas en modelos predictivos. “Estas olas de calor, que antes se consideraban extremadamente raras, podrían ocurrir con una frecuencia de entre 4 y 75 años debido al cambio climático antropogénico”, advierte el investigador Ernesto Tejedor.
Uno de los factores que ha contribuido a este fenómeno es el rápido aumento de las temperaturas del océano Atlántico y del mar Mediterráneo, donde las temperaturas están aumentando al doble de la media global. Este calentamiento ha intensificado las olas de calor y las sequías en la región, generando condiciones climáticas extremas que han impactado gravemente en los ecosistemas y en sectores clave de la economía, como el turismo y la agricultura.
Las olas de calor de 2022 no solo marcaron récords en temperaturas, sino que también resultaron en el segundo año con mayor superficie quemada en el Mediterráneo occidental, así como más de 60.000 muertes relacionadas con el calor en Europa, especialmente en países como Italia y España. “El impacto de las condiciones provocadas por las olas de calor prolongadas ha afectado gravemente a la biodiversidad y los servicios hídricos”, señala Gerardo Benito, otro de los investigadores del MNCN.
El estudio concluye que los fenómenos extremos que antes se esperaban para finales del siglo XXI ya están ocurriendo, lo que resalta la urgencia de adoptar medidas de adaptación y mitigación ante el cambio climático. Las economías mediterráneas, cada vez más vulnerables a estos cambios, enfrentarán desafíos significativos en el futuro. “Debemos tomar medidas significativas, ya que las olas de calor previstas para el futuro ya están ocurriendo y probablemente serán más frecuentes en los próximos años”, concluye Tejedor.
Este estudio es un llamado a la acción para enfrentar una crisis que ya está afectando a millones de personas y ecosistemas en la región. La comunidad científica insiste en la necesidad de implementar estrategias efectivas que ayuden a mitigar los efectos del cambio climático y proteger tanto a las personas como a la naturaleza.
Fuente: www.dicyt.com