Inician los fríos otoñales y proponemos el inicio de un ciclo entrevistas para profundizar, desde diferentes perspectivas, nuestra propuesta de comunicar acciones que promuevan el desarrollo sostenible, el crecimiento laboral y las iniciativas de un impacto social positivo. En esta oportunidad abrimos este ciclo con Tay Such, quien, en una tarde movida de trabajo, pero con gran predisposición, colaboró con nosotros y conversamos sobre el trabajo de las mujeres en la industria minera y la vida familiar.

– ¿Qué implica trabajar en la industria minera, cuáles son los desafíos?

Trabajar en minería implica hoy una evolución constante… nuestra industria no es la misma de hace una década atrás, ni siquiera la misma de hace un par de años, es impresionante cómo se avanza no sólo desde la inclusión de género sino desde la tecnología y los estándares que se van incorporando para hacer una minería cada día más sostenible. Sin embargo, tenemos muchos desafíos aún por abordar y esta palabra, que tanto me gusta, es sinónimo de crecimiento, de aprendizaje y de trabajo colaborativo, no sólo desde lo laboral sino desde todo ámbito. Por ejemplo, hay un factor fundamental para la inclusión de la mujer en nuestra industria que es el apoyo y la contención de las familias. Si bien hoy las empresas ya no buscan perfiles masculinos en forma excluyente e impulsan la contratación femenina, tenemos un desafío muy grande en nuestro círculo íntimo, en nuestros hogares, que es el cambiar un poquito esa visión y tradición de ver a la mujer como único sostén de guardia familiar, emocional y del cuidado. Este tema es muy delicado, necesitamos comenzar a compartir roles en nuestros hogares, el apoyo familiar es muy importante para que las mujeres se animen a buscar un crecimiento profesional, salir de sus casas con seguridad que todo marchará bien y trabajar en minas, lo cual es un gran desafío.

– ¿Cómo fueron tus experiencias de trabajar en proyectos mineros y cómo influyeron esas experiencias en tu vida personal y familiar?

Yo como mamá, puedo hablar desde mi experiencia. Yo empecé a trabajar muy joven en mina bajo régimen de 30 por 15, que se usaba en esa época y, a veces, no sabía si a los 30 días tenías que sumar otros 15 porque tu relevo estaba enfermo. Entonces eran 15 días adicionales, que por ahí estando sola sin hijos, el único conflicto que tenía era el de extrañarnos con mi familia y amigos; claramente el cansancio y el no poder pasar acontecimientos como fiestas o cumpleaños juntos.  Pero en mina uno con el tiempo va formando vínculos que generan lazos que son muy fuertes y lindos, se convive mucho tiempo y hasta diría que uno se hace de una segunda familia. Trabajar en mina me ayudó mucho en mi crecimiento personal y profesional, aprendí sobre empatía, resiliencia, a trabajar en equipo, con compañerismo, confianza en el otro, con seguridad y muchos valores que me ayudaron muchísimo a ser la persona que hoy soy. Al pasar los años un día tomé la decisión de ser madre soltera por circunstancias muy personales y en mi caso me cambió mucho las posibilidades de hacer roster, nunca más volví a hacerlo. Si bien nunca me aparté de la minería, me mudé muchas veces tras nuevos desafíos de trabajo, pero eso siempre me alejó de mis padres y por ello he tenido que afrontarlo siempre sola y sin posibilidad de contar con ellos para que me ayude en los roles familiares. Más allá de ello, quiero dejar un mensaje positivo sobre mi experiencia, quiero decir que en estos 14 años que han pasado desde que soy mamá, único sostén familiar y minera, he podido siempre reinventarme, capacitándome, aprendiendo nuevos roles para seguir aportando a esta hermosa industria desde múltiples áreas y, gracias a ello, siempre pude salir adelante y ver crecer a mi hijo sin que le falte nada. La minería es eso: es oportunidad, es desafiarse, es capacitarse y es reinventarse día a día.

– ¿Cómo ves la vida familiar y la vida en el trabajo?

Hoy quizás siguen existiendo prejuicios sobre la posibilidad de conciliar la vida laboral minera con la familiar, son prejuicios conscientes e inconscientes.  A pesar de que ha avanzado mucho esta temática que hoy se debate desde muchos ámbitos, aún hay sociedades muy tradicionalistas que tienen la concepción de que la que se tiene que quedar bajo el cuidado de los niños es la mujer, ya sea porque consideran que es la que más entiende de cuidados o porque es la que más paciencia tiene en la crianza. Es como que aún en algunas sociedades o círculos persiste el concepto de que si tuviese que faltar alguien en la casa por unos días no tendría que ser la madre. Aquí es entonces donde en algunos círculos familiares debe empezar a cambiar y evolucionar ese sesgo consciente o inconsciente. Por otro lado, existen muchas realidades diferentes en cada familia, personalmente conozco padres que han podido salir adelante solos, tal cual como me sucedió a mí, teniendo que afrontar ambos roles (de mamá y papá). Y casos de amigas que han tenido el apoyo de sus familias para poder trabajar en mina compartiendo roles en las tareas del día a día en sus casas. Es sumamente importante el apoyo y la contención familiar. Por ello me parece que es una cuestión fundamentalmente de predisposición, acompañamiento desde los hogares. Es un aprendizaje continuo en el que se va conciliando el trabajo con la “paternidad” y la “maternidad”, hay que evitar poner barreras y prejuicios a eso.

– En cuanto a la maternidad ¿cuáles o cómo son las políticas que manejan las empresas en la industria de la minería?

Hoy en día está bastante abierto. De hecho, está avanzando muchísimo el tema de las políticas nivel empresa, algunas empresas implementaron las salas de lactancia para madres que ya les toca volver a trabajar y aún están amamantando a sus niños, se ha sumado el traslado de leche materna, con cámaras especiales, que llevan esa cuota de alimento que los niños necesitan, también muchas cuentan con salas de guardería. Y hace unos días se reglamentó a nivel nacional que será una obligación para empresas (con determinada cantidad de empleados) contar con el servicio de guardería o pagar a las empleadas un adicional para el cuidado de niños menores de 3 años. Esto muestra una evolución bastante favorable al respecto. Por otro lado, muchas empresas han empezado a incorporar muchas políticas, guías y protocolos -a nivel corporativo- que tienen que ver con los derechos humanos, con la inclusión y la diversidad, temas que son clave del desarrollo sostenible. En minería se habla mucho de inclusión y diversidad hoy en día, se están brindando muchas capacitaciones sobre estos temas para concientizar sobre la importancia de evitar los sesgos dentro de las empresas, a respetar no sólo a las mujeres sino a cualquier tipo de disidencia de género, hoy en día hay que comenzar a abrirse a una diversidad que vaya más allá de lo binario que tiene que empezar a ser incluida.

Entonces creo que, si bien hay mucho camino por recorrer, se está trabajando fuertemente sobre eso con lineamientos transversales en todos los ámbitos de nuestra sociedad, en nuestros hogares, a nivel empresa, a nivel nacional e internacional. Son un eje fundamental en los objetivos de la agenda 2030 y casi todos están migrando hacia eso.

– ¿Es importante implementar una educación sobre la industria minera en la enseñanza universitaria?  

Considero necesaria la implementación de una educación porque las universidades nos forman como ciudadanos, como profesionales y futuros trabajadores. Es sumamente importante que se traten estos temas en el ámbito académico, dentro de contenidos de los programas de estudio y en charlas y debates a nivel general. Estos conocimientos luego se trasvasan a los hogares y a otros ámbitos en los que los estudiantes se mueven y socializan y genera sinergias positivas en temas de respeto, inclusión y diversidad. Creo que es fundamental abordar estos temas sobre todo en carreras que apliquen a las geociencias, en donde es muy necesario entender la importancia del acompañamiento de las familias para el crecimiento profesional y de contar con empresas realmente inclusivas en su amplio significado. Es un gran desafío que tenemos que enfrentar en equipo todos los actores de esta hermosa industria.