Retiran donaciones de alimentos, los clasifican, almacenan y distribuyen entre organizaciones de comedores o merenderos y dan de comer a personas que lo necesitan. El último mes distribuyeron 16.000 kilos para alrededor de 60 organizaciones. “El Banco de Alimentos es una organización sin fines de lucro que tiene como fin principal ayudar a comedores y merenderos de toda la provincia. Lo que hacemos es recolectar las mermas de diversas empresas que trabajan con alimentos y la redistribuimos a comedores y merenderos”, sintetizó Paulina Mogro, coordinadora voluntaria de la Fundación Banco de Alimentos.

Mogro precisó que se trata de mercadería que puede tener algún defecto como bolsas rotas, mal empaquetamiento o que estén muy próximas las fechas de vencimiento. Por ello los voluntarios de la fundación lo que hacen es buscar los alimentos, otro grupo se encarga de revisarlos en el depósito, los clasifica y se prepara para la distribución.

Se trata de una fundación que busca evitar que se tire la comida y rescata alimentos no aptos para la venta, pero si para el consumo, contribuyendo así con la sostenibilidad a lo largo de las cadenas de valor y los ciclos de vida de los productos. Otro punto clave de este tipo de acciones es que con la iniciativa se permite contribuir a aliviar la inseguridad alimentaria, en una alianza estratégica con otros sectores de la sociedad.

Se desempeñan especialmente en la capital jujeña donde los merenderos y comedores envían a alguien a buscar alimentos. “En el mes de mayo entregamos más de 16.000 kilos de alimentos en total, tanto secos, frescos y verduras”, precisó Paulina Mogro “Estamos trabajando aproximadamente con 60 organizaciones, tenemos casi 200 organizaciones anotadas, pero normalmente asistimos a 60”, agregó en torno al alcance de la mercadería que se distribuye a través de esta iniciativa solidaria.

Ésta se extiende con asistencia a escuelas primarias del Norte de la provincia, que en mayo ya contó con su recorrido de distribución de alimentos por Yala, León, Lozano y llegaron hasta Tunalito, que en esta ocasión permitió llevar huevos destinado a cocinar para los niños.

Cuentan con dos depósitos, en el barrio Alberdi, donde realizan la clasificación de los alimentos que van a buscar a las empresas. Allí cuentan con los alimentos secos, entre ellos arroz, fideos, harina, azúcar, y además frescos que incluye lácteos, entre ellos yogures, además de pastas frescas como masas de tartas, tapas de empanadas, pan fresco de miga o de hamburguesa con fecha próxima de expiración.

Para conservar la cadena de frío, llevan vehículos con freezers para buscar este tipo de alimentos y llevarlos al depósito, de modo que los integrantes de comedores esperen en el depósito con conservadoras y los lleven fríos para la distribución final.

Otro de los depósitos está detrás del Mercado Almirante Brown donde se realiza el rescate de frutas y verduras. Allí llegan voluntarios de la fundación acompañados de integrantes de los comedores para recorrer los puestos del mercado para solicitar las frutas y verduras que los puesteros ya no pueden vender por tener estar machucadas. “Aunque los alimentos no estén agraciados a la vista, aún sirven, aún funcionan y son alimentos”, precisó Mogro.

Además, cuentan con una empresa avícola que ayuda con la distribución de alimentos derivados del pollo. La fundación cuenta con entre cuatro y cinco empresas aliadas que colaboran todos los meses, de acuerdo con lo que cuentan; y se suman otras que cuando tienen excedente convocan para ir a buscar esos alimentos.

Sin embargo, la organización, una vez al mes realizan viajes al interior de la provincia llevando otro tipo de mercadería, secos, entre ellos arroz, harina, fideos y aceite. Eligen este tipo de alimentos debido a que el traslado de insumos frescos se complica, excepto si se trata de frutas y verduras que se lleva cuando hay excedente.

Para las tareas mencionadas la fundación tiene cuatro voluntarios fijos. Son dos que se encargan de la clasificación en el depósito, un chofer voluntario quien hace los viajes para buscar los alimentos, y una encargada que dirige la búsqueda de frutas y verduras del Mercado de avenida Almirante Brown.

En la tarea habitual son los comedores los que ceden tres o cuatro voluntarios para hacer el rescate de frutos y verduras, o para realizar la carga y descarga de alimentos cuando es una gran cantidad.

No obstante, la fundación Banco de Alimentos Jujuy, está constantemente requiriendo que se sumen voluntarios para continuar con la actividad que desarrollan; al igual que esperan que se incorporen comercios que deseen colaborar con la actividad con la donación de alimentos.

Esta organización forma parte de una red nacional de bancos de alimentos que traba de la misma manera con una logística similar, rescatando alimentos y asegurando su trazabilidad para el consumo.

Por más información sobre la fundación consultar su sitio web http://www.bcodealimentosjujuy.org/ o sus contactos telefónicos +54 388 4076362; 54 388 410553