¿Cómo avanza la industria minera en el mercado global, y qué impacto tiene en la región?
Carlos Carrillo: ” Jujuy sigue consolidándose como un actor clave: en los primeros diez meses del año, las exportaciones mineras representaron el 76,1% de las ventas totales al exterior de la provincia. Nuestra provincia tiene un papel protagónico nacional, siendo la la principal productora de carbonato de litio y la tercera provincia exportadora de minerales. Estos números reflejan el impacto de operaciones consolidadas como Salar de Olaroz y Cauchari-Olaroz, Pirquitas-Chinchillas, Providencia, Tilianes, Martín Bronce, entre otras. Jujuy aporta al mundo lo minerales esenciales para la transición energética global: litio, cobre, plata, zinc, oro. Nuestra industria no sólo genera cerca de 10.000 empleos directos e indirectos, sino que también fortalece la infraestructura local, aporta al desarrollo humano y diversifica nuestra matriz económica. Sabemos no solo hacer minería, sino hacerlo con los estándares del siglo XXI: seguridad, tecnología y sostenibilidad ambiental. Esa es nuestra mejor manera de honrar nuestra condición de capital nacional de la minería, declarada por ley del Congreso Nacional (de la que se cumplieron 50 años en noviembre pasado).
En el caso de la producción de litio, que representa un 7,5% del empleo minero nacional, es un motor económico que trasciende lo local, alimentando la transición energética global. Este crecimiento también se refleja en las inversiones sostenidas en infraestructura, educación y el fortalecimiento de las comunidades locales. Sin embargo, este impacto no sería posible sin el compromiso de miles de trabajadores mineros, quienes día a día impulsan con esfuerzo y dedicación esta transformación, escribiendo juntos una historia colectiva que está cambiando Jujuy para mejor.”
La Cámara Minera de Jujuy se posiciona como un agente articulador clave. ¿Puede compartir algún ejemplo concreto de este rol mediador?
Carlos Carrillo:
“En Jujuy, la minería no solo genera recursos, sino que transforma realidades. Por ejemplo, nuestra provincia fue la primera del NOA en adherir al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), asegurando un marco competitivo que atraiga nuevos capitales. Este esfuerzo se complementa con programas como el de formación de formadores, que ha permitido capacitar a cientos de docentes y técnicos locales en competencias específicas para la industria. Nuestro rol también se ve en la articulación de los programas de formación, terminalidad educativa y pasantías para cientos de jóvenes de nuestra provincia. También trabajamos en la integración de más de 300 proveedores locales, quienes han visto un crecimiento sostenido gracias a su participación en la cadena de valor minera.
Un aspecto esencial de nuestro rol articulador es facilitar consensos entre gobiernos, empresas y comunidades. Esto nos ha permitido avanzar en proyectos que generan empleos de calidad y condiciones de casi pleno empleo en localidades de fuerte incidencia minera. La CMJ ha sido pionera en confirmar un Foro de Gestión Social, con los representantes de las áreas de relacionamiento comunitario de las empresas, el cual está diagramando acciones conjuntas con instituciones públicas y comunitarias.
En este sentido, consideramos que en un año desafiante, con muchos cambios en distintos niveles y estamentos (nuevas gestiones nacionales, provinciales, en la propia cámara), el balance ha sido positivo. El trabajo asociativo que hemos logrado en el sector y la articulación con demás sectores nos ha permitido establecer bases sólidas y consensos necesarios para proyectar un gran 2025. Seguiremos trabajando en equipo para que la industria minera continúe creciendo como motor de desarrollo sostenible y competitivo en nuestra provincia.”
Frente a desafíos como la caída en los precios internacionales, ¿cuáles son las herramientas clave para garantizar el futuro del sector?
Carlos Carrillo: “Enfrentamos desafíos como la fluctuación en los precios del litio, pero esto también abre oportunidades. Genera los espacios necesarios para discutir la importancia de mantenernos competitivos. Y cuando hablamos de competitividad no sólo nos referimos a la eficiencia en los costos, nos referimos también a la seguridad jurídica (nacional, provincial, municipal), a reglas de juego claras, a continuar apostando por la educación y formación del recurso humano local, continuar trabajando en la mejora continua de nuestros proveedores, colaborando con el gobierno en la modernización del estado y en mayores eficiencias en la obtención de permisos, etc.
Por otra parte, en minería estamos obligados a pensar a 20 años en adelante. Para que tengamos más minería el día de mañana tenemos que generar hoy las condiciones necesarias para el desarrollo de proyectos y la llegada de inversiones. Por eso estamos impulsando y trabajando con el gobierno provincial en un plan provincial de exploración minera para algunos que los descubrimientos de hoy puedan convertirse en los proyectos del futuro. La exploración y financiación del litio, a nivel nacional, por ejemplo, ha generado un crecimiento interanual del 43%, lo que evidencia su potencial para transformar economías regionales.
Nuestro propósito en la cámara es trabajar para que el sector no solo sea un motor económico, sino también un catalizador de desarrollo social, educativo y de infraestructura.
La minería no solo produce minerales; produce oportunidades, educación, empleo y esperanza. Cada acción que emprendemos tiene como meta mejorar la vida de las personas y generar un impacto positivo que trascienda generaciones. Seguimos trabajando para que la minería en Jujuy sea un ejemplo de sostenibilidad progreso y competitividad a nivel nacional e internacional.”
Fuente: Cámara Minera de Jujuy