Por Paula Jalil para www.diariouno.com.ar

Los alumnos de la escuela Joaquín Salvador Lavado del barrio La Favorita lograron, luego de cuatro años de incansable trabajo, conseguir la molienda que necesitaban para concretar su proyecto “Construyendo Sueños, ladrillos ecológicos”. Los estudiantes recolectan botellas de plástico, les hacen el tratamiento adecuado, las muelen y fabrican ladrillos.

Eunice Núñez (36) profesora de Física e ideóloga del proyecto dijo a Diario UNO que “muchas veces los chicos piensan que ellos no pueden porque son de La Favorita, que no van a llegar a ningún lado y les demostramos que se puede”.

Proyecto “Construyendo Sueños, ladrillos ecológicos”

La comunidad educativa se embarcó en 2019 con un proyecto bastante innovador. El nombre lo pusieron los chicos “Construyendo Sueños, ladrillos ecológicos”. La profesora Paola Dalmau empezó a observar que había muchas botellas en la calle y empezaron entre todos pensar propuestas para cambiar y contribuir a la comunidad.

Eunice dijo que los chicos se empezaron a entusiasmar y empezaron a investigar con tercer y cuarto año y ahora el proyecto es de toda la escuela. Cuando comenzó la pandemia, hubo una suspensión de todas las actividades porque todos tenían que estar en casa. Retomaron en 2021 con la recolecta de botellas.

“Llegó un momento que había tantas botellas que o entrábamos nosotros o las botellas. La municipalidad de Ciudad de Mendoza nos ayudó, hicimos propaganda y venía toda la gente a traernos botellas. Al principio eran botellas de amor, pero pensamos en hacer un proyecto que llegue mucho más allá”, dijo la docente.

La necesidad de hacer un proyecto que fuera de ladrillos surgió -según contó Eunice- porque dentro del barrio hay muchos padres que son albañiles e incluso alumnos que los ayudan. La idea era unir todos las aristas y concretarlo.

“Teníamos la materia prima, que eran las botellas, pero para el ladrillo que queríamos hacer, necesitábamos triturarlas y no teníamos una molienda. Empezamos a averiguar dónde podíamos encontrar una que estuviera cerca del barrio y no había ninguna, de boca en boca nos dijeron que la escuela Álvarez Condarco tenía. Íbamos en horas extras de trabajo y siempre nos abrieron las puertas“, sostuvo la profesora de Física.

El procedimiento de los ladrillos ecológicos y el premio Inclusión

Juntan las botellas, le sacan la etiqueta, la tapa, la limpian y pasa por la molienda, que puede picar cualquier tipo de plástico desde gaseosas hasta lavandina, pero tratan de cuidar las cuchillas porque se gastan. Se puede utilizar el envoltorio de los caramelos, de los chupetines, de los alfajores.

Todo eso se hace una mezcla, se muele todo, se junta con cemento, arena y un aglutinante que lo que hace es unir todo el ladrillo. Se puede unir con cemento solamente, pero le agregaron aglutinante para que se una bien y no se desgrane y quede como un ladrillo convencional.

Los alumnos se prendían en horas libres y el director armó salidas educativas con un protocolo para que vayan todos en grupos en una camioneta hasta la escuela Álvarez Condarco y pudieran ver el procedimiento de cómo se molían los plásticos. En 2021 ya tenían algunas muestras de ladrillos y uno de los profesores los anotó en los premios Inclusión 2021, que da el intendente de Capital, Ulpiano Suarez.

Ese año la directora le había comunicado a la comunidad educativa que ya no tenían más plata para hacer el proyecto y cuando ganaron el premio hace dos años les dieron $50.000 que utilizaron para comprar herramientas. “La directora lloraba porque no teníamos plata y con eso pudimos seguir haciendo el proyecto”, dijo Eunice.

Consiguieron la molienda para la escuela

El año pasado, luego de ganar el premio, desde la DGE quisieron que la escuela tenga una cooperativa y los chicos le pusieron Cooperativa Reciclaje Salvador y que ofrece a los alumnos la oportunidad de generar un sustento laboral y económico mediante la comercialización de esos ladrillos.

Eunice explicó que consiguieron la molienda gracias a la directora de Educación, Elvira Stone, que buscó a alguien que la pudiera donar. Contactó a la Fundación Priar del Banco Galicia, le mostraron el proyecto y le consiguieron la plata para la molienda que llegó hace apenas dos semanas desde Buenos Aires. Además, el actual director de la escuela, Oscar Di Betta, puso dinero para traer esa máquina a Mendoza.

El dicho de Eunice es “pasos pequeños, sueños grandes”. “De a poquito empezamos con una idea en 2019 y se fue concretando paso por paso, cada año se va haciendo ese sueño grande que nosotros tenemos como docentes que es ayudar a la comunidad. Es el trabajo de todos, no solamente mío y que hay un montón de gente que me acompaña así que siempre estaré agradecida”, agregó.

Los sueños y objetivos

Eunice destacó que hay un montón de cosas positivas y contó que tuvo una experiencia muy linda. “El año pasado presentamos este proyecto en el Observatorio de Rayos Cósmicos Pierre Auger, que cada dos años hace llamados a todo el país para presentar un proyecto, que debe tener ciertas características: ser innovador, sustentable y con conciencia ambiental y ganamos”, contó.

Fueron tres días a Malargüe y tuvieron inconvenientes porque los alumnos no tienen los recursos económicos, pero lo lograron. “Muchos de los chicos no tienen la posibilidad de tener una familia que los apoye, se refugian mucho en nuestra escuela, y para nosotros es hermoso darle todas esas posibilidades, de que ellos puedan seguir estudiando y que puedan crecer”, dijo la profesora.

La cooperativa es manejada por los alumnos, guiado por los docentes y el objetivo y sueño de es que ellos puedan tener su propia casa, poder ayudarlos. Ya tienen varias muestras y el año que viene cuando terminen otras más, las van a llevar a la UTN para que hagan la prueba de resistencia, durabilidad y poder venderlos.

“Tratamos de que ellos tengan conciencia de que ayudan a la comunidad, nosotros damos charlas también en las escuelas, hemos ido al Martín Zapata, a Vicente Zapata, mostramos lo que hacemos y los que se quieran unir como instituciones y ciudadanos como otras escuelas son siempre bienvenidos”, cerró Eunice.

FUENTE: Diario Uno