Una docente jujeña, Romina Quispe, comenzó a incursionar en la creación de sus propios productos de cosmética natural y artesanal en tiempos de pandemia. Aprendió hacer una crema que luego de probarla tuvo tan buen resultado que empezó a compartirla con sus amigas y a comercializarla posteriormente. Se capacitó y sumó champús sólidos, cremas faciales, tónicos, demaquillantes y otros que elabora con productos naturales.

“Soy mujer, alquimista y admiradora de la naturaleza”, reza su presentación en redes sociales. Romina Quispe elabora cosmética natural elaborada con aceites vegetales, manteca de carité, de cacao y con aceites esenciales con los que crea productos para la limpieza facial. Entre ellos leche de limpieza,  demaquillante, crema de limpieza, serum, cremas faciales, tónicos, repelentes de mosquito, champu sólido, sales relajantes para baño, body splash con brillo.

“Empecé en el 2020 aprendiendo solo a hacer la crema corporal. Mi idea no era emprender sino como cuidado personal, me gustó como me quedaba en la piel y empecé a regalar en mi trabajo, soy docente de nivel inicial. Una de ellas me dijo ¿por qué no vendes? … y me animé a probar”, relató.

Fue en un viaje a Córdoba en donde Romina se compró envases básicos y eso fue marcando el inicio de su emprendimiento, porque luego le empezaron a pedir otros productos además de la crema. Entonces optó por hacer un curso a distancia y de esa manera aprendió hacer los otros productos de manera artesanal.

“Hice un curso de cosmética vegetal y uso todo, aceites vegetales, hidrolatos de plantas, aceites esenciales, y pinturas madre que también elaboro yo”, explicó. Detalló que la materia prima que usa es variada y sólo una parte encuentra o cultiva ella misma. Usa por ejemplo lavanda, algo de palo santo, romero y otras plantas que tiene en su casa.

Acerca del tiempo y procesos de elaboración que tienen sus productos, Quispe explicó que es relativo porque puede llevar poco tiempo de preparación pero mucho de estacionamiento. “Por ejemplo una pintura madre te lleva un mes de estacionamiento para poder usarla. Es un extracto hidrofólico, se extraen propiedades de las plantas que quedan en alcohol y agua, se las puede usar como una base, un ingrediente de los productos”, expresó.

A modo de ejemplo mostró una crema cuya tintura madre es de aloe vera y un limpiador facial que se diferenciaba de otro, porque no lleva un proceso de desaponificación como el jabón y contiene arcilla roja, tintura madre de caléndula, manzanilla. Mientras, el champú sólido genera espuma por el CSI, derivado del coco, además de aceite vegetal y arcilla que se elige de acuerdo al tipo de cabello  y contiene también manteca de carité, si es para cabello seco. Entre los productos incluye perfumes con base en aceites esenciales.

Con una carpeta de productos ya consolidada, recientemente Romina presentó en una armónica exposición junto a piezas cerámicas con colores suaves que también elabora, algunas con diseños realizados con impresiones con base en las nervaduras de hojas naturales de pasionaria. Comenzó con las artesanías con la finalidad de uso de jaboneras y, posteriormente, encontró muchas otras  opciones, por lo que ideó algunas piezas pequeñas para preparar las mascarillas faciales y luego fue ampliando el espectro como la realización de mates y porta sahumerios.

Romina comercializa con un grupo de emprendedoras que, recientemente, expusieron en la Biblioteca Popular de San Salvador. Entre ellas, Romina logró con su emprendimiento el galardón de “Mujer emprendedora”.