Con una original manera de generar un efecto positivo en el ambiente un joven empresario tucumano se propuso reforestar a través de siembra de semillas en capsulas haciendo uso de tecnología, a través de drones para lanzarlas. Su proyecto llamó la atención de organismos internacionales por la manera en que le dio vuelo a la forestación tradicional que ya inició en Cerro San Javier.
Se trata de Damián Rivadeneira de Tucumán, Ceo y fundador de la empresa ReForest Latam quien inició en 2022 una titánica labor tratando de restaurar una zona afectada por la ganadería, plantando de manera tradicional 2800 árboles en 3 hectáreas, de la mano de voluntarios. Con la mirada en una proyección más eficiente se propuso sumar la tecnología, la ciencia y la gestión en un proyecto más ambicioso tratando de buscar respuestas rápidas y escalables para lograr la restauración de ecosistemas en toda Latinoamérica.
Con su equipo de trabajo buscan mitigar los efectos del cambio climático mediante el desarrollo de unas cápsulas que fabrican con semillas de árboles, arbustos y gramíneas con genética local a la que le incorporan micronutrientes. Es decir, suman un consorcio de bacterias, hongos, fibras orgánicas que mejoran la inhibición, la capacidad de la semilla de captar oxígeno y agua. “Una vez que tenemos todo esto las empaquetamos en estas cápsulas y utilizamos drones de siembra para poder dispersar estas semillas, lo cual es mucho más rápido y eficiente que los métodos tradicionales de plantación”, explicó el joven empresario, quien expuso su trabajo en el encuentro NOA de Endeavor realizado en la capital jujeña.
“La combinación de ésta tecnología nos tiene súper contentos y entusiasmados, sobre todo llenos de esperanza de que podamos empezar a trabajar y desarrollar muchas más semillas y árboles que están en riesgo de extinción”, explicó.
Aspiran a trabajar en toda Latinoamérica, donde haga falta hacer restauraciones convencido de que los bosques juegan un rol fundamental en la capacidad del planeta de regular el calentamiento global y las emisiones de carbono. Fue con esa motivación que se plantearon escalar los proyectos de regeneración que venían haciendo y comenzaron armar el equipo, gracias a lo cual su startup está bajo el paraguas de ACE uno de los programas emblemáticos de la OEA. “Todos los resultados que tenemos son pruebas de laboratorio y estamos con pruebas que nos motivan seguir trabajando. Las pruebas en campo recién se están ahora pero lo que hacemos es activar esas semillas y otorgarles las mejores condiciones oxidativas”, explicó.
Trabajan con un banco de semillas para conservar y preservar la genética, por lo que las semillas se generan de manera consciente, donde hay un plan de recolección y uno de los ingenieros forestales que trabajan con nosotros está a cargo de ese plan de recolección de semillas y junto con los biólogos van determinando cuáles son los pies semilleros de los que colectan, para posteriormente hacerles el tratamiento de las semillas y activarlas.
Actualmente están trabajando en la restauración de 40.7 hectáreas (has) en el Parque Sierra San Javier, provincia de Tucumán, y en colaboración con investigadores de Conicet del Instituto de Ecología Regional, de la Universidad Nacional de Tucumán y guardaparques. Con ellos están armando una serie de parcelas permanentes de investigación donde están aplicando distintas técnicas para dicha restauración.
“Esta es la evolución de un programa de impacto en el que venimos trabajando haciendo restauraciones conscientes, donde de manera tradicional plantábamos árboles. El año pasado la última restauración que hicimos fue de 2800 árboles, 3 has en una zona afectada por ganadería y esa misma semana en Salta se quemaron 42.000 has que afectaron Salta y Tucumán”, detalló Rivadeneira.
